18 mar 2011

No quiero un himno

 René Valenzuela A.
(Columna de opinión)


Me agrada Lady GaGa, podría hasta decir que es una loca linda –fuera de esa cara de ratón en experimentación constante- y que suena bonito. Pero reconozco que tiene me los huevos casi tan hinchados como de los que sale para las premiaciones, ocupando a los gays como si fuera otro par de lentes que la hacen distinguirse.

Casi todo homosexual con conexión a internet, o algún amigo hiperventilado, se habrá enterado que Born This Way, el nuevo tema de esta norteamericana, es un himno para los homosexuales. Algo así como otra canción que habla que si eres gordito agarres tus rollos y los muevas con cariñito o que si eres tuerto te pongan un lindo parche. En el fondo, esa tónica de auto aceptación que es casi tan nociva como seguir un consejo litúrgico de Pilar Sordo o creerle al horóscopo.

Yo no quiero un himno. No necesito que alguien a punta de beats diga que tengo que abrazarme y sentirme confortable conmigo mismo y que si quiero salir a la calle con un sostén de lentejuelas sobre la cabeza, ojalá haga bochinche de ello. Quizás prefiero salir con un arsenal de condones porque sea de la convicción: no hay nada más homosexual que tener sexo con alguien de mi mismo sexo. O enamorarme de alguien que también le cuelga la gónada, pero no me voy a meter en planos amorosos porque el 14 de febrero fue hace poco y yo todavía tengo un poco de sabor a chocolate. O al menos en mis sueños así es.

¿Y si yo nací bochinchero y gay…pero más arcaico? En una de esas, el escándalo que me pego es llorar amargamente mientras escucho una balada desgarrada y resignada (tipo Barbra Streisand) y camino con rapidez y los ojos vidriosos por la calles de la ciudad, fumando como si los cigarros fueran regalados y queriendo una taza honda de café. A eso Lady GaGa, ni Madonna, ni Britney, ni Gloria Trevi, ni ninguna que le encanta babear con su público gay le ha hecho himno.

Canciones para esta situación abundan: me visto ajustado, me produzco, salgo de noche, camino como rockstar, le hablo a todos, bailo con todos, me bebo todo y terminó haciendo de todo con alguien que no será mi todo.

No sé qué pretenderán exactamente los artistas cuando se proponen crear un tema que identifique a un gran volumen de gente. Son bastante ilusos si esperan que las personas lloren con aquella canción y las pongan de ringtone en su celular, de alarma y en el reproductor porque es una canción basada en ellos. Muchas ni yo creo ser capaz de componer líneas dirigidas hacia mi persona, por lo que sería algo contradictorio aceptar las de alguien que siquiera sabe que existo.

Al parecer es mucho más difícil encontrar canciones para definirse sin que esté otro ser o el órgano bombeador de sangre involucrado. Porque cuando se trata para identificar o aludir un canción que hable de cosas de a dos, pareciera que tenemos un catálogo tan inmenso como las aventuras y desventuras de los latidos.

No nací de la manera que entona Lady GaGa, no tengo un tórrido romance para que me cante la Streisand y de momento no quiero himnos. Si es por cantar, más me pesa cantar la lotería y contar los millones de esta. Ahora, lo que yo entone cuando me ducho o hago aseo es otro tema…

No hay comentarios: